Una correcta distribución permitirá que la circulación de ambos sea cómoda. Por ejemplo, la cama idealmente deberá estar situada al centro de la habitación, de esta manera, los dos tendrán movilidad a los lados. Los muebles de apoyo como las mesas laterales o un sillón extra dentro de la recámara, deberán estar alejados de las puertas del clóset para que éstas se abran con facilidad.

Cualquier recámara debe invitar al descanso y a la relajación. En las recámaras matrimoniales se debe buscar además un ambiente fresco y limpio idealmente en tonalidades neutras, pues hay que tener en mente, que es un espacio compartido.

Los accesorios que decorarán la recámara, deberán reflejar ambas personalidades Los adornos que decoren el espacio, deberán mantener un diálogo neutro, en el que ambas partes se sientan cómodas con los objetos que permanecerán en el interior de su espacio.

La ropa de cama también deberá ser de común acuerdo. Telas ligeras, sin sobrecargos para no hacerla muy femenina o por el contrario muy masculina.

Las plantas y las flores son del gusto de todos y decoran con mucha elegancia los ambientes, no dudes en colocarlas dentro de este espacio.

Contar con unas lámparas en las mesas de noche con una luz tenue, ayudará a que la ambientación sea acogedora por las noches, ya que si sólo se cuenta con la luz proveniente del techo, el espacio se iluminará de forma pareja y sin mucho encanto. Para las noches especiales puedes tener unas velas dentro de la habitación, lo versátil de las velas es que aunque no estén encendidas, decorar espléndidamente sin saturar visualmente el espacio.

La cabecera es una pieza muy decorativa para la recámara; enaltece a la cama siendo ésta la protagonista del espacio. Dependiendo del estilo de la habitación, se podrá elegir el diseño que mejor se adapte al lugar.

Un sofá para crear un ambiente extra Las parejas suelen compartir sus experiencias diarias cuando ya están en la recámara relajados, por lo general en la cama. Pero puedes crear un ambiente adicional con un sofá en el que puedan sentarse a platicar o a leer un libro, despejando la zona de la cama.

  En la decoración de una recámara matrimonial, resultará muy interesante una combinación de elementos y colores que despierten todos los sentidos, provocando un espacio único. Contar con una alfombra o tapete, cojines cómodos, luces cálidas y algunos toques de color que enfaticen el estilo que se quiere representar. En este caso el negro le da un toque de elegancia y sofisticación.

Cuando la recámara es pequeña, lo mejor será llenarla de luz Si la habitación es de dimensiones reducidas, habrá que buscar el apoyo en la luz de la recámara; se debe aprovechar al máximo la luz natural y es preferible optar por colores como el blanco que logran transmitir la sensación de limpieza, amplitud y luminosidad.

Es muy placentero acostarse en la cama acompañado de la pareja para disfrutar de las series y películas, por lo que es muy común tener una pantalla en la recámara. Para aligerar la sensación espacial, la televisión puede colocarse sobre el muro y no tener la necesidad de colocar muebles adicionales especialmente si la habitación es pequeña.

Dentro de la habitación, cada uno debe contar con un mueble que le sirva para guardar sus objetos personales como por ejemplo las mesitas de noche o un buró.

Mantenerla siempre ordenada El balance no sólo viene de la cantidad de muebles ni de la neutralidad en los colores y accesorios para hacerla cómoda y acogedora. El orden y la limpieza deberán ser el eje para que este espacio sea perfecto para los dos.

Recuerda que ésta habitación es el punto de encuentro de la pareja y que deberá resultar cómoda y agradable para ambos. La elección de cada pieza dentro de este espacio, así como sus colores y su distribución, deberá ser en común acuerdo para que la convivencia resulte 100% placentera.